Cada enana roja tiene al menos un exoplaneta

Cada enana roja tiene al menos un exoplaneta

Representación gráfica del paso de planetas frente a una estrella en el sistema TRAPPIST-1

Las enanas rojas pueden ser pequeñas, pero pueden ser cruciales para encontrar exoplanetas y posibles mundos alienígenas habitados. Según estudios recientes, cada enana roja en nuestra galaxia tiene al menos un exoplaneta y que una cuarta parte de estos exoplanetas se encuentran dentro de las zonas habitadas.

La búsqueda de nuevos exoplanetas en los últimos años ha recibido una nueva ronda después de los sorprendentes descubrimientos realizados por el telescopio espacial Kepler y el nivel cada vez mayor de observatorios en tierra. La semana pasada, se informó sobre el descubrimiento de 715 exoplanetas nuevos hechos por Kepler. Pero esto es solo la punta del exo-iceberg. Con la ayuda de métodos de observación mejorados, modelos más precisos y herramientas analíticas más precisas, podemos esperar un nuevo flujo de descubrimientos.

Hay otro objetivo intrigante para los astrónomos: las humildes enanas rojas.

Cada enana roja tiene al menos un exoplaneta

Estas estrellas frías, tenues y pequeñas son la mitad del tamaño de nuestro Sol, pero, a pesar de que carecen de energía, compensan la falta de esperanza de vida. Las enanas rojas pueden ahorrar su energía por decenas de miles de millones e incluso billones de años. Si hubiera un mundo habitado en órbita de una enana roja, entonces habría miles de millones de años para el desarrollo. Ahora, astrónomos del Reino Unido y Chile están analizando datos de dos telescopios de alta precisión especializados en la búsqueda de exoplanetas: HARPS y UVES, operados por el Observatorio Europeo del Sur (ESO) y ubicados en Chile.

Estos nuevos estudios combinan datos de ambos proyectos, teniendo en cuenta las débiles señales de los exoplanetas, que de otra manera habrían pasado desapercibidos. La parte principal del trabajo estaba orientada a limpiar la señal del ruido.

Ambos proyectos han descubierto pequeñas oscilaciones de la estrella, renderizadas por exoplanetas invisibles que giran a su alrededor. Las fuerzas gravitacionales crean un pequeño cambio en la órbita de una estrella, un cambio que solo se puede detectar con instrumentos de precisión. Como se esperaba, los exoplanetas masivos que giran cerca de una estrella crean una fuerte desviación, mientras que los exoplanetas pequeños hacen una débil.

Si bien el Telescopio Espacial Kepler se especializa en la búsqueda de exoplanetas, esto no significa que los instrumentos con base en tierra, HARPS y UVES no puedan participar en una búsqueda conjunta. Sucede un poco diferente para ellos.

"Estudiamos datos de UVES y encontramos algunas variaciones que no pueden explicarse por el ruido aleatorio", dice el astrónomo líder Mikko Tuomi de la Universidad de Hertfordshire. "Al combinar estos datos con datos de HARPS, pudimos detectar posibles candidatos para el planeta".

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