No muy lejos del Sol, un río de estrellas

No muy lejos del Sol, un río de estrellas

La Galaxia de la Vía Láctea ha albergado una gran cantidad de cúmulos de estrellas de diferentes edades y tamaños. Es posible encontrar un gran número de cúmulos jóvenes en nubes moleculares, así como menos de la mitad y más en el disco galáctico. Muy pocos grupos antiguos masivos se pueden arreglar en el halo.

Todos obedecen a las fuerzas de marea a lo largo de sus propios caminos orbitales en la galaxia. En presencia de una gran reserva de tiempo, las fuerzas gravitacionales galácticas dividen los cúmulos en partes, dispersando las estrellas en la franja estelar de la Vía Láctea que conocemos.

No muy lejos del Sol, un río de estrellas

El cielo nocturno está centrado en el polo sur de la galaxia en proyección estereográfica. En esta vista, la Vía Láctea se curva en un arco. Las estrellas en la corriente se muestran en rojo y cubren casi todo el hemisferio galáctico del sur, cruzando muchas constelaciones

La precisión de la medición del satélite Gaia nos permitió determinar el movimiento tridimensional de las estrellas en el espacio exterior. Habiendo estudiado cuidadosamente la distribución de las estrellas vecinas que se mueven juntas, los científicos se encontraron inmediatamente con un grupo específico y aún sin explorar. Ella mostró exactamente las características esperadas de un grupo de estrellas nacidas juntas, pero estiradas bajo la influencia del campo gravitatorio galáctico. Es importante comprender que encontrar las secuencias de disco más cercanas es una tarea difícil. Los investigadores estudiaron el arroyo durante mucho tiempo, lo examinaron y examinaron cómo cubre la mayor parte del cielo. Solo ahora podemos decir con confianza que existe y que se encuentra a una distancia increíblemente cercana al Sol.

Las limitaciones de Gaia llevaron a una muestra de 200 estrellas, pero los científicos creen que hay más de 4,000 fuentes en la corriente. Entonces, tenemos una estructura masiva, cuya edad es de aproximadamente mil millones de años. La corriente logró completar 4 rotaciones orbitales completas alrededor del centro galáctico.

El sistema estelar detectado puede usarse como una valiosa sonda de gravedad para determinar la masa de la Vía Láctea. El flujo es capaz de decir cómo las galaxias crean estrellas y comprobarán el campo gravitatorio. El equipo de científicos espera que los datos de Gaia permitan encontrar aún más estructuras de este tipo.

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