Un movimiento extraño "cambia la luz" en Urano

Un movimiento extraño

Instantánea de Urano tomada por la Voyager 2 en enero de 1986

Han pasado más de tres décadas desde que Voyager-2 visitó Urano. Ahora, los científicos del Instituto de Geología de Georgia utilizan la información recibida por la nave para descubrir las características interesantes del planeta de hielo. Resultó que su magnetosfera y el material en su interior se activan y desactivan, como un interruptor de luz, durante la rotación. Es decir, el planeta se abre en un lugar determinado y permite que el viento solar fluya hacia la magnetosfera, y se cierra, formando un escudo.

Por supuesto, esto no es como nuestra magnetosfera. La Tierra casi coincide exactamente con el eje de rotación, por lo tanto, hace tracción con el planeta. La misma alineación se dirige a la estrella, por lo que el campo se reajusta solo con un fuerte viento solar, como una tormenta.

Pero el campo magnético de Urano está inclinado a 60 grados del eje, debido a lo cual se elimina de manera asimétrica de la dirección del viento solar. En una vuelta lleva 17.24 horas. Esto hizo que la magnetosfera operara periódicamente, como un interruptor. Cuando el viento solar magnetizado irrumpe en el campo, se conecta y la magnetosfera se cierra para abrirse nuevamente. Este contacto se hace aguas arriba.

Un movimiento extraño

Una fotografía de Urano de la Voyager-2 y dos observaciones diferentes del telescopio Hubble (una detrás del anillo y la otra detrás de la aurora)

Esta situación es un fenómeno real. Esto sucede si la dirección del campo magnético heliosférico es opuesta a la alineación magnetosférica del planeta. Luego, las líneas del campo magnético cesan y permiten que la energía solar ingrese al sistema.

La reestructuración del campo magnético es también una de las causas de las auroras terrestres. Pueden ocurrir en Urano, pero son difíciles de rastrear debido a la distancia del planeta de 2 billones de millas. A veces, el telescopio Hubble puede obtener marcos borrosos, pero no puede medir la magnetosfera.

Los científicos solo pueden confiar en las observaciones de 5 días de la Voyager-2. Con su ayuda, crearon un modelo de la magnetosfera global del planeta para predecir el cambio de posiciones. Ellos creen que el estudio de Urano es una de las principales formas de aprender más sobre los planetas más allá de nuestro sistema.

El hecho es que la mayoría de los exoplanetas son gigantes de hielo. Quizás la situación en Urano y Neptuno sea la norma para otros sistemas. Por lo tanto, la búsqueda de vida en ellos puede influir enormemente en el estudio del espacio exterior.

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