Una trampa de alta energía acechaba en el centro de la Vía Láctea

Una trampa de alta energía acechaba en el centro de la Vía Láctea

Un análisis del Telescopio Espacial Fermi y el Sistema Estereoscópico de Alta Energía (HESS) en el Observatorio de Namibia mostró que había una trampa en el centro de nuestra galaxia. El peligro es que concentra los rayos cósmicos de más alta energía.

Rayos cósmicos: partículas de alta energía que se mueven en el espacio con casi la velocidad de la luz. Aproximadamente el 90% son protones, y el resto es un electrón y los núcleos de varios átomos. Durante el movimiento son influenciados por campos magnéticos que cambian sus trayectorias. Debido a esto, es imposible entender dónde se encuentra la fuente de la ocurrencia.

Los científicos pueden corregir su presencia solo en el momento del contacto con la sustancia, donde liberan rayos gamma. Así, en marzo de 2016, el equipo de HESS pudo notar la actividad en el centro galáctico. Fue una emisión difusa de rayos gamma con una potencia de 50 billones de voltios de electrones. Para que usted entienda toda la situación, la energía de la luz visible alcanza 2-3 voltios de electrones.

Una trampa de alta energía acechaba en el centro de la Vía Láctea

Cinco telescopios HESS en Namibia capturan destellos débiles que aparecen cuando los rayos gamma se absorben en la atmósfera superior En un nuevo análisis, los científicos utilizaron los datos de HESS para obtener un espectro continuo de rayos gamma proveniente del centro de la Vía Láctea. Resultó que para todos los protones encontrados en otras partes de la galaxia hay rayos gamma de una población. El indicador de energía más alto es 1000 TeV.

Este fenómeno no se vio en los modelos habituales del movimiento de los rayos cósmicos, pero las simulaciones por computadora son consistentes con las observaciones de Fermi. Estas mismas colisiones de partículas son responsables de la creación de neutrinos. Estas son las partículas fundamentales más rápidas, fáciles y misteriosas. Se trasladan directamente de la fuente a nosotros, por lo que prácticamente no entran en contacto con otras sustancias y no tienen carga.

Los experimentos en la Antártida encuentran neutrinos en el sistema solar, pero es increíblemente difícil identificar la fuente. Curiosamente, los resultados de Fermi y HESS muestran que el centro galáctico puede servir como una fuente poderosa de neutrinos, y lo sabremos en un futuro cercano.

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