¿Cómo dividimos a Marte?

¿Cómo dividimos a Marte?

Supongamos que llegamos a Marte, pero ¿cómo dividimos el Planeta Rojo?

El tratado del espacio exterior prohíbe la asignación de otros cuerpos del sistema solar a estados como la Luna y Marte. Sin embargo, el contrato no prohíbe explorar y explorar otros cuerpos espaciales. Algunos autores sugieren la implementación de áreas comunes en Marte, donde algunos países podrían trabajar para obtener algunos de los recursos naturales del Planeta Rojo.

El nuevo documento en política espacial considera esta situación más a fondo. Según él, estas áreas comunes deben crearse antes de que la gente ponga un pie en el Planeta Rojo. Se deben crear personas jurídicas especiales que serán responsables de ellas. Cualquier disputa será llevada a la atención de la "secretaría administrativa de Marte", cuyo propósito es servir a todos los intereses de las colonias.

"El sistema del tratado antártico, que regula el derecho a compartir el espacio exclusivamente con fines científicos, debe tomarse como la base de este tratado", dijo la autora principal, Sarah Brukns. Junto con su supervisor, Jacob Hakk-Mishrar, científico del Instituto del Mármol Azul del Instituto de Ciencias del Espacio, sugirió prestar atención a las zonas económicas especiales de aquellos países que son bañados por los océanos. Los países tienen derechos exclusivos para utilizar estos recursos dentro de las 200 millas náuticas de la costa. Pero en algunos casos, los acuerdos mutuos no funcionan tan bien. Los autores citan un caso entre la división de la Sociedad de Protección de los Estados Unidos (Humane Society International) y la fábrica de peces flotantes de Japón, Kyodo Senpaku Kaisha, cuando los balleneros japoneses mataron ballenas minke en la Antártida en la zona de Australia. Mientras que Japón afirma que lo hicieron con fines científicos, los autores escriben que un tribunal australiano finalmente falló a favor de Australia.

La decisión no se implementó completamente, pero la Corte Internacional de Justicia impuso una prohibición temporal de la presencia japonesa en la Antártida. "Así que el problema se ha ido", dijo Hakkom-Mishra. "Esto indica la necesidad de desarrollar un procedimiento para resolver conflictos en Marte", agregó.

Hakkom-Mishra planea continuar trabajando en el Tratado de Marte y actualizarlo tan pronto como entre en vigor a nivel legislativo.

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