La misión europeo-rusa activa la búsqueda de vida en Marte

La misión europeo-rusa activa la búsqueda de vida en Marte

El kit de química atmosférica consta de cuatro unidades: espectrómetros NIR, MIR y TIRVIM, así como una unidad electrónica

En 2013, la ESA y Roscosmos firmaron un acuerdo de cooperación en el proyecto ExoMars, en el que participan científicos de 29 organizaciones de investigación. Hasta la fecha, el primer paquete de herramientas de observación se ha enviado a la órbita marciana para buscar pequeños componentes químicos en la atmósfera, lo que indica una vida primitiva.

Incluso si la nueva información no es concluyente, definitivamente estimularán la discusión sobre la existencia de la vida en el Planeta Rojo en el pasado. A principios de 2018, el satélite ExoMars con instrumentos de investigación se instalará en su órbita operativa y comenzará a monitorear la capa atmosférica.

La misión incluye dos fases. El primero se lanzó en marzo de 2016 con el lanzamiento del cohete Proton-M desde el complejo ruso Baikonur (Kazajstán). El cohete lanzó dos módulos: el tren de aterrizaje Schiaparelli y el TGO orbital. Llegaron al planeta en 226 días, volando 500 millones de kilómetros. Schiaparelli tuvo que probar la tecnología para futuros aterrizajes. Intentó aterrizar, pero se estrelló contra la superficie. TGO rastrea los rastros de gases en la atmósfera, muestra la distribución del hielo de agua sobre la superficie y crea una visualización de resolución amplia.

Las ventanas de inicio favorables hacia Marte se caen una vez cada dos años, por lo que la segunda etapa está programada para 2020. El nuevo tren de aterrizaje desplegará un móvil para la navegación autónoma en la superficie marciana, transmitiendo los datos recopilados a través de TGO. El objetivo principal de ExoMars es comprender si la vida existió en el Planeta Rojo.

El satélite TGO contiene 4 instrumentos científicos: un sistema de imagen en color de alta resolución, un detector de neutrones y dos conjuntos de espectrómetros. Su principal tarea científica es el estudio del clima, la atmósfera y la superficie marciana. Los detectores incorporados son lo suficientemente sensibles como para detectar rastros de gases. Se espera que la unidad pueda resolver la disputa sobre la presencia de metano en la atmósfera.

El ACS ruso consta de tres espectrómetros IR. Su sensibilidad es suficiente para detectar y medir trazas de gases atmosféricos, como el metano (que puede indicar actividad geológica o biológica). El canal cercano a IR (NIR) está dotado de un espectrómetro universal, cuyo rango es de 0,7 a 1,6 µm, y su resolución es de 20,000. El dispositivo medirá vapor de agua, aerosoles, velocidades atmosféricas diurnas de oxígeno molecular y flujos de luz atmosférica.

El canal de la región del infrarrojo medio (MIR) estará involucrado en las mediciones de sombreado solar en el rango de 2.2-4.4 micrones con una resolución de 50,000.

La misión europeo-rusa activa la búsqueda de vida en Marte

Principales trazas fotoquímicas que se esperan descubrir en Marte

Los instrumentos pueden medir la atmósfera marciana cientos de veces con más precisión que nunca. Además, la sonda está atada a una órbita, lo que permitirá mucho más a menudo observar la luminosidad solar.

También hay un instrumento TIRVIM: un espectrómetro con un rango de 1.7-17 micrones y una resolución de 0.2-1.3 por centímetro. Él tiene la tarea de recopilar información sobre el clima planetario. Los científicos esperan recibir mediciones de la temperatura de la superficie desde una altura de 60 km. La herramienta ayudará a evaluar la profundidad óptica del polvo y las nubes marcianos.

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