Los científicos miden la estructura interna de los soles distantes

Los científicos miden la estructura interna de los soles distantes

Parece que no se puede mirar dentro de la estrella. Sin embargo, un equipo de científicos del Instituto Max Planck para la Investigación del Sistema Solar pudo por primera vez determinar la estructura interna profunda de dos estrellas en función de sus vibraciones.

Nuestro Sol, como la mayoría de las estrellas, experimenta pulsaciones que se propagan a lo largo del interior como ondas de sonido. Las frecuencias de estas ondas están impresas en la luz de las estrellas y luego pueden ser notadas por los astrónomos terrestres. De la misma manera que los sismólogos estudian la estructura planetaria mediante terremotos, los astrónomos determinan las propiedades estelares mediante pulsaciones.

Las dos estrellas estudiadas pertenecen al sistema 16 Swan (A y B) y se parecen al Sol. Se encuentran a 70 años luz de nosotros, por lo que parecen relativamente brillantes y adecuados para el análisis.

Para crear un modelo del interior de la estrella, es necesario cambiar los modelos evolutivos estelares hasta que uno de ellos se correlacione con el espectro específico observado. Pero las pulsaciones en los modelos teóricos a menudo difieren de las estelares. Por lo tanto, parte de la física estelar aún no se revela. Por lo tanto, los investigadores decidieron utilizar el método inverso. Dedujeron las propiedades locales de la región estelar de las frecuencias observadas. Este método se basa menos en suposiciones teóricas, pero requiere una medición precisa de los datos. También es complejo desde el punto de vista matemático.

Usando este método, los científicos se han hundido en las estrellas por 500,000 km y encontraron que la velocidad del sonido en las regiones centrales es mayor de lo que muestran los modelos. En el caso de Cygnus 16, estas diferencias se explican por errores en la determinación de los parámetros estelares, pero en 16 Cygnus A, no se encontraron razones obvias.

Quizás, mientras que ciertos fenómenos físicos no están disponibles para nosotros, lo que debe tenerse en cuenta al elaborar modelos. Este es solo el primer análisis estructural. Los científicos planean probar otras 10–20 estrellas adicionales utilizando información del telescopio Kepler. Más datos estarán disponibles con futuras misiones TESS y PLATO.

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