El rayo láser más limpio del mundo

El rayo láser más limpio del mundo

En el nuevo estudio, los científicos han encontrado una manera de hacer que la luz láser sea increíblemente "limpia". Se aseguran de que permanezca estable en casi la misma longitud de onda.

Los investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) han creado el láser más limpio del mundo. El dispositivo, inventado para uso portátil en el espacio, genera un rayo láser, que con el tiempo cambia menos que sus "colegas".

En circunstancias normales, los cambios de temperatura y otros factores ambientales hacen que los rayos láser oscilen entre las longitudes de onda. Los investigadores se refieren a tales sacudidas como "anchos de línea", midiéndolos en hercios o ciclos por segundo. Otros láseres de alto rendimiento generalmente alcanzan un ancho de línea de 1000-10000 Hz. Sin embargo, la tasa del nuevo láser es de solo 20 Hz.

Para lograr dicha pureza máxima, el equipo utilizó 2 m de fibras ópticas que produjeron radiación láser con un ancho de línea extremadamente pequeño. Luego mejoraron el ancho de la línea, permitiendo que el láser compruebe constantemente la longitud de onda actual en comparación con la longitud de onda anterior y realice las correcciones necesarias. Este es un logro importante, ya que el gran ancho de la línea se considera una de las fuentes de errores en los instrumentos de precisión, donde se utilizan los rayos de luz láser. Los relojes atómicos o un detector de ondas gravitacionales con un láser de gran ancho simplemente distorsionan los datos reales.

Los investigadores notaron la portabilidad y la compacidad del dispositivo que crearon. Pero están tratando de lograr un tamaño más pequeño. El equipo cree que la invención se puede utilizar en detectores de ondas gravitacionales.

Los detectores de ondas gravitacionales capturan la influencia de eventos remotos masivos en el espacio-tiempo. Por ejemplo, cuando dos agujeros negros chocan, la onda de choque resultante causa oscilaciones espaciales. Esta onda se registró por primera vez en 2015 con la ayuda de LIGO. Tan pronto como los rayos cambiaron, quedó claro que algo había violado el espacio-tiempo.

Los investigadores planean crear en órbita detectores de ondas gravitacionales más grandes y más precisos. El equipo de MIT cree que sus láseres son ideales para esta tarea.

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