Los agujeros negros de una onda gravitacional pueden haber evolucionado de una sola estrella

Los agujeros negros de una onda gravitacional pueden haber evolucionado de una sola estrella

Los dos agujeros negros que enviaron las primeras ondas gravitacionales detectadas a través del espacio exterior resultaron de la muerte de una estrella masiva.

"Este es el equivalente cósmico de una mujer embarazada que ha dado a luz a gemelos", dijo la astrofísica Avi Loeb, en una declaración del Centro Astrofísico Harvard-Smithsoniano.

Los científicos creen que con la explosión de una estrella masiva, su núcleo se destruye, convirtiéndose en un agujero negro que es tan denso que incluso los fotones de luz no pueden abandonar esta curvatura gravitacional del espacio y el tiempo.

Los científicos descubrieron un estallido de radiación gamma el 14 de septiembre de 2015, unos segundos después de que el Observatorio de Ondas Gravitacionales Interferométricas con Láser (LIGO) recibiera la primera señal de ondas gravitacionales producidas, en este caso, por la confluencia de dos agujeros negros.

Las ondas gravitacionales son similares a la radiación electromagnética, como la radio, la luz visible y los rayos X, excepto que en realidad es espacio, con su emoción.

Loeb cree que esta explosión de radiación gamma puede indicar que los agujeros negros vistos por LIGO eran gemelos y resultaron de la destrucción de una estrella.

Sugirió que si una estrella gira muy rápidamente, el núcleo se vuelve como una mancuerna en forma, y ​​luego se divide en dos secciones, cada una de las cuales forma un agujero negro. "En el orden de la fuerza de dos eventos de ondas gravitacionales y un estallido de rayos gamma, dos agujeros negros debían nacer cerca uno del otro, con una separación inicial del tamaño de la Tierra y fusionarse en un minuto. El agujero negro recién formado se llenó de materia en movimiento, acumulando materia con cada segundo de la cual se hace el Sol y, al aumentar los saltos de materia que vuelan fuera del rango, creando una explosión ", dijo el Centro Harvard-Smithsoniano de Astrofísica en un comunicado.

El telescopio espacial gamma Fermi de la NASA registró una explosión gamma 0, 4 segundos después de la detección de ondas gravitacionales por parte de LIGO. Ambos eventos se encuentran en la misma zona del cielo.

Sin embargo, el satélite europeo de rayos gamma INTEGRAL no pudo confirmar la detección.

"La posibilidad de combinar explosiones de radiación gamma y detectar una onda gravitacional presentará una forma alternativa de medir las distancias cósmicas", agregó Loeb.

"Los agujeros negros astrofísicos son mucho más simples que otros indicadores de distancia, como las supernovas, hasta que determinan completamente su masa y rotación", dijo.

La investigación de Loeb se publicará en la nueva edición de Astrophysical Journal Memorandum y aparecerá en el archivo en línea arXiv.org

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