La NASA controla la rotación de un tornado espacial de plasma

La NASA controla la rotación de un tornado espacial de plasma

El espacio interplanetario difícilmente puede llamarse un lugar tranquilo. El sol libera constantemente partículas de alta energía que pueden dañar los satélites o dañar la salud de los astronautas. De la influencia negativa de la tierra salva el campo magnético.

Sin embargo, algunas partes pueden romper. Estos momentos son fijados por la misión MMS (Magnetospheric Multiscale). Los nuevos datos muestran que los vórtices de plasma cósmico que se asemejan a los tornados crean un límite turbulento capaz de pasar partículas al espacio cercano a la Tierra.

El MMS se lanzó en 2015 utilizando cuatro naves espaciales que realizan estudios tridimensionales de la magnetosfera de la Tierra. El proyecto explora el proceso de transferencia de partículas a la magnetosfera, considerando las causas y consecuencias.

Usando datos de encuestas y nuevas simulaciones en 3D, los científicos pudieron estudiar los detalles de lo que está sucediendo en los límites de la magnetosfera por primera vez.

Las ondas de Kelvin-Helmholtz

La NASA controla la rotación de un tornado espacial de plasma

se observan en fenómenos naturales, por ejemplo, en la colisión de dos líquidos. En la imagen esto se manifiesta en forma de nubes. Dentro de la magnetosfera, la densidad es mucho menor que en el exterior, donde prevalece el viento solar. La magnetopausa (límite) pierde estabilidad cuando dos regiones se mueven con diferentes aceleraciones. Debido a esto, las ondas de Kelvin-Helmholtz (remolinos a gran escala) se forman a lo largo del borde. Esto conduce a la creación de tornados de plasma.

Las ondas de Kelvin-Helmholtz se pueden encontrar en todo el Universo, donde dos materiales con diferentes densidades se mueven en el vecindario. La supercomputadora Titan y MMS mostraron que los tornados resultaron ser mucho más eficientes de lo que se pensaba. Una comparación de la simulación y la observación ayudó a derivar parámetros precisos del evento. Algunos alcanzaron 9,300 millas, y otros 60, 90 y 125 millas de largo.

Recientemente, MMS se ha instalado en un nuevo punto orbital, donde continuarán estudiando la interacción de la energía y las partículas en la magnetosfera terrestre. Es importante comprender completamente los procesos fundamentales del espacio, porque la operación de los satélites y el sistema de comunicación depende de ello.

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