Una nueva ronda en el estudio de planetas distantes

Una nueva ronda en el estudio de planetas distantes

A pesar de que los científicos saben con certeza la existencia de más de 2000 exoplanetas fuera de nuestro sistema solar, hay muy poca información sobre su composición, clima y aptitud para la vida.

Para explorar los mundos distantes, los astrónomos están desarrollando una nueva generación de telescopios masivos, como el telescopio espacial James Webb, que se lanzará en 2018. Pero la construcción de observatorios masivos no es la única dirección en el desarrollo de la planetología. Un joven equipo de científicos europeos afirma que para observar los exoplanetas uno puede hacer con telescopios mucho más pequeños.

El lanzamiento a la órbita terrestre baja desarrollado por el equipo satelital Twinkle costará solo 79 millones de dólares. Al estar en órbita terrestre, el satélite estudiará la radiación infrarroja (térmica) de al menos cien exoplanetas cercanos a una distancia de varios cientos de años luz de la Tierra. Según los científicos, incluso un espejo relativamente pequeño de 50 cm de diámetro es suficiente para tales fines. A modo de comparación, un espejo similar a bordo del Hubble tiene un diámetro de 2, 4 metros. "Encontramos un nicho completo en la exploración espacial, en el que se pueden prescindir de tecnologías mucho menos costosas", dice Giovanna Tinetti, astrofísica de la University College London. La mayoría de los planetas observados tienen una temperatura superficial alta y están relativamente cerca de la Tierra. Debido a esto, la luz emitida por los mundos distantes en el espectro infrarrojo es lo suficientemente fuerte como para permitir que los astrónomos hablen con confianza acerca de la composición de la atmósfera, el relieve y el clima exoplanetas, incluso con un pequeño telescopio.

Entre la multitud de planetas abiertos en los últimos tiempos, el interés especial es atraído por 55 Cáncer E. Este exoplaneta gira alrededor de una estrella similar al Sol 55 de Cáncer A a corta distancia, debido a la cual su superficie se calienta a una temperatura de 2300 grados Celsius. El planeta es demasiado pequeño para hablar de su estructura, los científicos solo saben que contiene una gran cantidad de carbono, un elemento inextricablemente vinculado con la vida.

El mayor problema para el desarrollo del proyecto Twinkle es el dinero. El desarrollo anterior del equipo, EChO (2011), cuyo costo de construcción y lanzamiento fue de poco más de 500 millones de dólares, se le negó el financiamiento. El nuevo satélite no solo es más compacto que el anterior, sino que también puede operar a una altura mucho más baja. Twinkle no necesita enviar una distancia de 1.5 millones de kilómetros desde la superficie Tierra al segundo punto de Lagrange, lo que reduce significativamente el costo de inicio del dispositivo. El equipo ya ha logrado atraer la atención de inversionistas de todo el mundo, como Surrey Satellite Technology Ltd, una gran compañía que ha participado en varias misiones espaciales anteriormente. Según Giovanna, Twinkle se dirigirá al estudio de planetas cercanos que orbitan estrellas muy brillantes, y para investigar su radiación en el espectro visible e infrarrojo. La mayoría de los telescopios espaciales disponibles no están adaptados para observar tales cuerpos. Además, el proyecto tiene algunos objetivos educativos y debe atraer la atención de profesionales jóvenes hacia una industria prometedora.

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