Los científicos han descubierto que la cantidad de halógenos en los meteoritos que crearon la Tierra hace miles de millones de años es mucho menor de lo que se pensaba anteriormente. El estudio fue realizado por un equipo de las universidades de Manchester y Oxford.
Los halógenos, como el yodo, el cloro y el bromo, forman las sales naturales que la mayoría de las formas de vida necesitan. Pero una cantidad excesiva destruirá la vida. La comparación temprana de los niveles de halógenos en los meteoritos que crearon nuestro planeta sugería que la Tierra debería tener una abundancia de sal poco saludable.
Para explicar por qué todo resultó no ser crítico en realidad, se propusieron varias teorías. Pero la respuesta es mucho más simple: las estimaciones anteriores fueron sobreestimadas. Una nueva técnica analítica permitió estudiar diferentes tipos de condrita (un meteorito primitivo con una edad de 4.600 millones de años). Estos son los remanentes de la nube molecular de la cual se originó nuestro sistema.
Los científicos siempre han estado interesados en cómo la Tierra adquirió sus elementos volátiles. Al examinar los meteoritos, encontramos que las estimaciones previas de los niveles de halógenos eran demasiado altas. El nuevo modelo simplificado ha hecho posible avanzar seriamente en la comprensión del proceso de transporte de los principales componentes vitales a nuestro planeta. Probablemente, el agua contribuyó a la distribución de halógenos entre las capas internas y la superficie.
Otra sorpresa es el contenido homogéneo de halógenos en meteoritos. Esto significa que todos los meteoritos que han formado la tierra son ingredientes halógenos para la receta de la tierra.
