Un nuevo estudio de Henry J. Donahue sugiere que los rayos cósmicos afectan negativamente a los huesos, pero no a los músculos. Estos hallazgos son importantes para estudiar los cambios relacionados con la edad en el cuerpo humano.
El hueso es un tejido dinámico. A medida que actúan las fuerzas externas, cambia para cumplir con las nuevas condiciones. Pero la microgravedad exige menos que la gravedad terrestre, por lo que el cuerpo no perderá tiempo en la formación de huesos y mantendrá el estado habitual.
La NASA se está preparando para vuelos a largo plazo en el espacio, por lo que los astronautas se enfrentarán a una influencia significativa del entorno espacial. Donahue dice que no habrá uso para los chalecos de plomo grandes.
El científico estudió cuidadosamente los efectos de la radiación cósmica y la microgravedad en los músculos y los huesos, sugiriendo que ambas categorías sufrirán pérdidas. Resultó que las condiciones de microgravedad condujeron a los resultados esperados, pero la radiación no. La fusión de ambos componentes conduce a un efecto negativo en el hueso, pero no afecta la pérdida de masa muscular. Esta información es extremadamente importante no solo para las misiones espaciales, sino también en condiciones terrestres. Con la edad, las personas se enfrentan a problemas similares. Además, el desarrollo de la medicina ha aumentado la esperanza de vida de las personas, haciendo que este problema sea común (las personas mayores a menudo rompen huesos)
Donahoe dice que se concentrará en la bioinformática para estudiar cualquier cambio genético causado por la microgravedad o los efectos de la radiación en los huesos y los músculos.
