Los astronautas pueden dar un suspiro de alivio, ya que ya no tienen que preocuparse por los problemas con el sistema inmunológico. Los investigadores han obtenido muchos datos sobre la influencia del entorno espacial en el esqueleto y los músculos de una persona durante un vuelo espacial, pero la situación con la inmunidad sigue siendo un misterio. Anteriormente se creía que estar en el espacio afecta adversamente a todos los aspectos del sistema inmunológico.
Los vuelos orbitales y cósmicos largos se asocian con un mayor nivel de estrés psicológico, efectos agudos y crónicos de los rayos cósmicos y cambios de la microgravedad. Pero fue difícil rastrear el efecto sobre las células B, la palanca principal del sistema inmunológico.
Los vuelos exitosos y prolongados a Marte y otros cuerpos celestes del sistema solar requieren una mejor comprensión de los efectos de los vuelos espaciales en el sistema inmunológico para evaluar los riesgos para la salud de la tripulación. Hasta ahora, la mayoría de las investigaciones se han centrado en misiones a corto plazo a la ISS. Pero la semana pasada logramos recopilar datos sobre vuelos a largo plazo que cubren 6 meses de vida de astronauta en la EEI, observando cualquier cambio en la función de las células B. Las células B son el tipo principal de leucocitos responsables de la producción de anticuerpos dirigidos a patógenos dañinos. La inmunidad óptima de las células B es importante para garantizar una protección a largo plazo contra bacterias y virus patógenos. Este es el primer estudio que demuestra ampliamente el impacto limitado en la frecuencia de las células B y la producción de anticuerpos.
Se tomaron muestras de sangre de astronautas antes, durante y después de 6 meses de residencia en la EEI. Los resultados sugieren que el estado inmunológico de las células B sigue siendo holístico. Estos datos ayudarán a respaldar el uso de contramedidas basadas en vacunas para proteger a los astronautas de la desregulación inmune y las reacciones virales latentes sintomáticas que aparecen durante las misiones a largo plazo en el espacio.
