La Vía Láctea vive en el vacío

La Vía Láctea vive en el vacío

La estructura del universo se asemeja al queso suizo con filamentos y huecos. Un nuevo estudio confirma la idea de que estamos en uno de los vacíos.

En un lenguaje más simple, vivimos en el desierto real. La investigación de Amy Barger en 2013 mostró que, en una estructura de universo a gran escala, nuestra galaxia se encuentra en un gran vacío: una región espacial con menos galaxias de lo que se esperaba. Esto ayuda no solo a comprender que vivimos en un agujero de queso suizo, sino que también explica por qué hay desviaciones en la constante del Hubble (que se usa para describir la tasa de expansión).

Por supuesto, la precisión es importante en los cálculos. Pero esto es difícil de lograr, ya que diferentes cosmólogos obtendrán una desviación en los resultados. Y todo esto se debe a vivir en el vacío. El hecho es que en el "espacio vacío" hay más materia, lo que significa que la presión gravitacional aumenta, lo que oscila la constante de Hubble.

La Vía Láctea vive en el vacío

Un mapa del universo local, creado por el estudio celeste digital de Sloan. Las áreas naranjas tienen una mayor densidad de cúmulos y filamentos galácticos.

Para comprender la estructura universal y este problema, es importante comprender nuestro "queso" lo más detallado posible. El espacio está representado por huecos y filamentos (materia normal). Los filamentos son supercúmulos y cúmulos galácticos que contienen estrellas, gas y polvo. Se cree que la energía oscura y la materia oscura fuera de la vista llenan el 95% del contenido universal. El vacío en el que vivimos se llama KBC. Su radio alcanza los mil millones de años luz. Si bien este es el "agujero" más grande de lo conocido. La constante de Hubble fue calculada por supernovas. Estos son marcadores que miden distancias en el espacio profundo. A pesar de lo lejos que están de las galaxias, liberan la misma cantidad de energía.

La información principal sobre el Universo primitivo se obtiene de la radiación de la reliquia. Vemos que el espacio era cálido y homogéneo con pequeñas fluctuaciones de temperatura. Estas desviaciones menores nos ayudan a derivar la constante de Hubble.

Los científicos creen que no hay contradicción con que vivimos en un vacío. Y este conocimiento es importante, ya que resuelve las deficiencias de algunos métodos de cálculo y ayuda a estudiar con mayor precisión el proceso de expansión.

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