Un satélite de inteligencia eólica lanzado desde la Guayana Francesa

Un satélite de inteligencia eólica lanzado desde la Guayana Francesa

La misión ADM-Aeolus no solo mejorará nuestra comprensión de la dinámica atmosférica, sino que también ayudará a crear pronósticos meteorológicos más precisos. El satélite transporta el primer lidar en el espacio, capaz de explorar los 30 km más bajos de la capa atmosférica para proporcionar perfiles de viento, aerosoles y nubes a lo largo de la trayectoria orbital del satélite. El sistema láser emite pulsos cortos y potentes de luz UV a la atmósfera. El telescopio recoge la luz que se dispersa de las moléculas de aire, partículas de polvo y gotas de agua. El receptor analiza el desplazamiento Doppler de la señal retrodispersada para determinar la velocidad y dirección del viento a varias alturas por debajo del satélite.

El 22 de agosto, Europa lanzó un cohete desde la Guayana Francesa para lanzar un satélite a la órbita. Aeolus monitoreará los vientos globales, lo que mejorará el pronóstico del tiempo. El lanzamiento tuvo lugar después de un retraso de 24 horas debido a condiciones climáticas adversas. El satélite lleva el nombre del guardián del viento en la mitología griega. Se instalará a una altitud de 320 km sobre la Tierra.

Parte del programa Copernicus: una iniciativa conjunta de la UE y la ESA para monitorear los daños ambientales y ayudar en el alivio de desastres. A bordo del Aeolus hay un dispositivo: el motor lidar Doppler. Es un sistema láser avanzado diseñado para medir con precisión los patrones de viento globales desde el espacio. La misión proporcionará datos importantes para mejorar la calidad del pronóstico del tiempo y contribuir a la investigación del clima. El satélite será el primer dispositivo en obtener perfiles de los vientos terrestres a escala global. En particular, los vientos tropicales se muestran pobremente, ya que no se han observado directamente.

El lidar Doppler transmite pulsos láser cortos y potentes a la tierra en el espectro UV. Las partículas en el aire (humedad, polvo, gases) disipan una pequeña fracción de esta energía luminosa de vuelta al transceptor, donde se recopila y registra la información.

El retraso entre el pulso saliente y la retrodispersión señala la dirección del viento, la velocidad y la distancia recorrida. Datos cargados a una estación terrestre en Noruega. Aeolus es la quinta misión de la ESA para explorar la Tierra. Otros ya están terminados o en operación. Pudieron medir los campos terrestres gravitacionales y geomagnéticos, la humedad del suelo, la salinidad del océano y la criosfera (espacio congelado). La nueva misión fue también el lanzamiento número 50 para la ESA.

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