Los microsatélites pueden proporcionar una imagen más clara de la Tierra

Los microsatélites pueden proporcionar una imagen más clara de la Tierra

Los microsatélites, como ICEYE, parecen ser muy rentables desde el punto de vista de la economía gracias a su pequeño tamaño.

Los satélites pequeños y económicos capaces de trabajar en grupos para aumentar la productividad, así como la tecnología que reduce la pérdida de datos satelitales, son dos de las últimas innovaciones que prometen proporcionar una visión más detallada de nuestro planeta.

El espacio es un lugar hostil no solo para la vida, sino también para los negocios. Construir y lanzar un satélite tradicional del tamaño de un automóvil puede costar cientos de millones de euros. Sin embargo, la situación cambia con el lanzamiento de versiones en miniatura.

Entre las startups destaca el fabricante de microsatélites ICEYE. Esta empresa pretende reducir los precios de los satélites a menos de una centésima parte de los precios tradicionales. Para hacer esto, se planea crear una serie de microsatélites, parcialmente formados ya a partir de electrónica móvil lista para usar.

En enero, la compañía envió el primer microsatélite del mundo basado en la tecnología de radar de apertura sintética, lo que le permitió al dispositivo ver a través de las nubes y la oscuridad desde una órbita cercana a la Tierra a una altitud de unos 500 km. ICEYE-X1 es el primero de los tres satélites que planean lanzar este año. En tamaño alcanza una maleta pequeña y pesa 70 kg. Para 2020, van a lanzar 18 vehículos. ICEYE dice que el mal tiempo hace que sea difícil obtener una imagen en el 75% del tiempo de filmación. Pero su tecnología evita esto.

Ahora los satélites actualizan los datos una vez cada 12 horas. Pero la presencia de 6 dispositivos de ICEYE reducirá el tiempo a dos horas.

Control de glaciar

Hay muchas áreas en las que la nueva tecnología es útil: desde la producción agrícola hasta el seguimiento del cambio climático. Una de las prioridades de vigilancia clave de ICEYE es monitorear los glaciares para las compañías involucradas en las operaciones árticas.

Esta tecnología revolucionaria apareció en un momento en que los satélites logran generar una cantidad de datos sin precedentes. Una forma de manejar el creciente flujo de información es encontrar los mejores métodos para devolver información a la Tierra. Desafortunadamente, se pierde mucha información sobre la entrega. Por lo tanto, hay un proyecto RAVEN, trabajando para mejorar la transmisión de la señal. Para esto se utiliza óptica adaptativa. Se utiliza principalmente en telescopios para que los astrónomos puedan obtener imágenes más claras de las estrellas, reduciendo el parpadeo cuando se ve a través de la imagen distorsionada de la atmósfera. Un avance más rápido de los datos resolvería el problema y crearía futuros satélites de órbita baja. Están dotados de un alcance visual más limitado en las estaciones terrestres y una ventana más pequeña para transmitir información (una ventana de 10 a 15 minutos). Acelerar la velocidad llevará a su capacidad para transmitir más información.

Además, esta tecnología está planeada para usarse en la creación de constelaciones de satélites para el enrutamiento inteligente de datos de la manera más eficiente. Esto no solo reducirá el número de estaciones terrestres, sino que también acelerará el movimiento de la información, lo que le permitirá evitar retrasos graves.

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