¿Tiene la luna la tierra su propia luna?

¿Tiene la luna la tierra su propia luna?

¿Pueden las lunas tener sus propios satélites naturales? Este tema fue ampliamente discutido el año pasado después de la publicación del borrador del estudio. Indicaba que teóricamente las lunas podían girar alrededor de las lunas. En Internet, comenzó la controversia sobre la mejor manera de nombrar un nuevo tipo de objeto. Sin embargo, los investigadores estaban más interesados ​​en los posibles parámetros físicos de los cuerpos celestes capaces de girar de manera estable alrededor de las lunas.

Los planetas giran alrededor de las estrellas, y los satélites se mueven alrededor de los planetas. Entonces es lógico suponer que las lunas pueden moverse alrededor de los satélites. ¿Es eso así? Cálculos recientes han demostrado que solo los satélites grandes en órbitas amplias de sus planetas domésticos pueden tener lunas más pequeñas. Las fuerzas de marea del planeta y la luna desestabilizarán la órbita de la luna.

En este caso, solo 4 satélites en el sistema solar podrían existir teóricamente con sus propias lunas. Estos son Calisto (satélite de Júpiter), Titán y Iapet (Saturno), y también nuestra Luna. Todos ellos son adecuados, pero hasta ahora no se ha encontrado una sola luna. Los científicos agregan que se necesitan cálculos más profundos para eliminar posibles fuentes de inestabilidad gravitacional, como la concentración de masa inhomogénea en la corteza de nuestra Luna. Se cree que los satélites cerca de Saturno y Júpiter se formaron a partir de un disco de gas y polvo alrededor de los gigantes en las últimas etapas de la formación. Sin embargo, se cree que nuestra luna apareció después de una colisión gigante del planeta con un cuerpo de tamaño marciano. La ausencia de una luna secundaria ayudará a comprender las diversas fuerzas que formaron los satélites observados.

Además, permitirá comprender mejor cómo se desarrollan los planetas en otros sistemas estelares. Por ejemplo, recientemente descubrieron una posible exoluna alrededor de Kepler 1625b, un planeta con el tamaño de Júpiter. El satélite tiene la distancia y la masa necesarias para tener su propia luna. Pero debido a la inclinación de la órbita, será difícil salvar el objeto.

Los hallazgos de los investigadores sugieren que es mejor buscar la luna en sistemas con estrellas masivas. El hecho es que las enanas rojas tienen hábitats cercanos donde hay fuerzas de marea demasiado fuertes, y la luna no tiene estabilidad.

Comentarios (0)
Buscar