Los científicos mejoran la predicción solar

Los científicos mejoran la predicción solar

Los investigadores informan que un fenómeno puede ser la base de todas las erupciones solares. Pudieron detectar la presencia de una "célula" cerrada en la que se forma un "hilo" magnético entrelazado, por lo que se produce un evento de erupción. Se trata de la resistencia de la célula al ataque del hilo, que determina la potencia y el tipo de brote próximo. Esta idea permitió a los científicos crear un modelo capaz de predecir la energía máxima que podría liberarse durante el período de estallido y dañar la Tierra.

Como nuestro planeta, las tormentas y los huracanes atacan la atmósfera estelar. Estos fenómenos son creados por una repentina y violenta reconfiguración del campo magnético solar y están acompañados por una intensa liberación de energía en forma de radiación de luz y partículas, y algunas veces burbujas de plasma. El estudio de tales fenómenos le permite predecir eventos futuros que pueden afectar a los satélites y sistemas de comunicación.

En 2014, quedó claro que la estructura característica de las líneas del campo magnético, unidas como un hilo (cuerda), se está mostrando gradualmente hoy, precediendo a la llamarada solar. Pero hasta hace poco era posible capturar solo un hilo en caso de que se liberaran las burbujas de plasma. Un nuevo estudio examinó los diferentes tipos de llamaradas, cuyos modelos aún se están analizando cuidadosamente. Para hacer esto, se mide un campo magnético más fuerte en la superficie solar, y luego se usan los datos para restaurar la situación en la corona solar.

Este método se aplicó a un brote a gran escala que se desarrolló durante varias horas el 24 de octubre de 2014. Resultó que en las horas previas a la erupción, el filamento en evolución cayó en la restricción de una célula magnética multicapa. El lanzamiento de modelos evolutivos en una supercomputadora mostró que el hilo no tenía suficiente energía para atravesar la célula. Pero la alta rotación condujo a una violación de la estabilidad y la destrucción parcial de la célula, causando una poderosa radiación.

El nuevo método le permite controlar los procesos que ocurren unas pocas horas antes de los brotes y predecir la cantidad máxima de energía liberada. El análisis mostró que en el caso de una erupción de 2014, la liberación de plasma hubiera sido mucho mayor si la célula fuera menos estable.

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