El estudio de las nubes moleculares ha demostrado que la formación estelar tiene lugar en dos etapas. Primero, los flujos supersónicos aprietan las nubes en densos hilos, después de lo cual la gravedad los destruye en núcleos. Los masivos surgen en los puntos de intersección de los filamentos, formando regiones del nacimiento estelar agrupado.
Todo esto parece lógico, pero lo observado en la realidad es que la tasa de nacimiento de las estrellas en un gas denso es solo un cierto porcentaje de lo esperado. Para lidiar con el problema, los científicos han sugerido que los campos magnéticos evitan que los núcleos se colapsen. Los campos magnéticos no quieren ser calculados o interpretados. Por lo tanto, los investigadores utilizaron una matriz submilimétrica para ver los 6 núcleos densos ubicados en el territorio de Cygnus. Calcularon la intensidad de campo durante la polarización y luego compararon la directividad de campo en los núcleos con la dirección a lo largo del filamento.
Resulta que el campo a lo largo del hilo está perfectamente ordenado y se mantiene paralelo a la estructura. Es decir, al crear núcleos, los campos magnéticos pierden su peso en comparación con la turbulencia y la inflación.
