Un mundo rocoso distante puede ser habitable

Un mundo rocoso distante puede ser habitable

El exoplaneta Kepler-62f puede ser un oasis de vida, pero se necesitan observaciones directas de su atmósfera.

¡Buenas noticias para los cazadores de vida extraterrestre! Los científicos han encontrado aún más evidencia de que el mundo de las rocas distantes es más adecuado para la vida.

Kepler-62f, que fue descubierto en 2013, es el planeta más pequeño en la "zona habitable" que se haya encontrado. Es solo un 40 por ciento más grande que la Tierra y está ubicado a 1.200 años luz de la Tierra en la constelación Lyra. Kepler-62f fue detectado por el telescopio espacial Kepler. Pero poco se sabe aún sobre la forma de su órbita.

La zona habitable es un área de una estrella cercana, donde el agua puede estar en forma líquida. Depende de varios factores, tales como: cuánto calor irradia una estrella, la órbita del planeta, la composición de la atmósfera del planeta. Afortunadamente para Kepler-62f, los científicos han descubierto una serie de factores que hacen que Kepler-62f sea habitable.

"Encontramos que hay varias combinaciones atmosféricas que le permiten estar lo suficientemente caliente para tener agua líquida en la superficie", dijo el autor principal, Aomava Shields, becario postdoctoral de la Universidad de California. "Esto lo convierte en un fuerte candidato para el planeta habitable". Para que el planeta permanezca habitable a lo largo de su trayectoria orbital, los investigadores creen que debe tener una atmósfera de tres a cinco veces más gruesa que la Tierra, que debe consistir en dióxido de carbono. Quizás sucede lo mismo en Kepler-62f, ya que se retira a una distancia suficiente de la estrella, lo que permite que el gas ingrese a la atmósfera desde fuentes como los volcanes.

También son probables otros escenarios para Kepler-62f. Por ejemplo, puede tener una atmósfera 12 veces más gruesa que la Tierra y la cantidad de dióxido de carbono que va desde la norma de la Tierra hasta las 2500 normas de la Tierra.

"Esto nos ayudará a comprender la probabilidad de que el planeta sea habitable en una amplia gama de factores para los cuales aún no tenemos telescopios lo suficientemente poderosos", agregó Shields. "Esto nos permitirá formar una lista de objetivos prioritarios que deberán considerarse para la construcción de la próxima generación de telescopios.

El estudio fue publicado en la revista Astrobiology.

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