Figura oculta entre los observadores del Sol

Figura oculta entre los observadores del Sol

Pocos han oído hablar de Hisako Koyamo, nacido en 1916 en Tokio. Pero no solo era una observadora solar, sino que también creó uno de los registros más importantes de los últimos 4 siglos. Ella logró arreglar manchas solares en las cifras por un período de 40 años. Recientemente, los investigadores utilizaron su archivo de 10,000 dibujos para rastrear el número de manchas hasta 1610.

Su trabajo da testimonio de la enorme contribución femenina a la ciencia. Era conocida por los astrónomos aficionados, pero la fama no se extendió más allá de esto. Muchos científicos señalan que las mujeres hacen constantemente descubrimientos sorprendentes que no siempre están documentados y recompensados ​​de acuerdo con el mérito.

Investiga los registros de Koyama

Escuchamos sobre Koyama hace 2 años durante una presentación de Leif Svalgaard, quien usó uno de sus bocetos. En 2016, se estrenó la película "Figuras ocultas", donde hablaron de tres científicas y sus actividades durante la carrera espacial. Por eso los investigadores decidieron analizar en detalle sus actividades científicas.

Koyama nació en 1916 y se graduó de una escuela para niñas en Tokio. Desde temprana edad se interesó por la astronomía y a los 20 años comenzó a estudiar el cielo por su cuenta. Las manchas le interesaron en la primavera de 1944, que observó con un telescopio refractivo donado por su padre. Las manchas solares: un fenómeno temporal que se forma en la superficie y marca los puntos con una temperatura más baja. Son importantes para estudiar, ya que revelan la naturaleza de la actividad solar y corresponden al ciclo de 11 años.

Koyama completó su primer boceto en 1944 y lo envió a la Asociación Astronómica de Japón. Después de eso, ella los rastreaba regularmente bajo la supervisión de Issei Yamamoto. En 1946, realizó una revisión del Museo Nacional de la Naturaleza y la Ciencia y al mismo tiempo se convirtió en un observador. El punto más grande fue descubierto en 1947 y rastreado la erupción solar en 1960.

Se retiró en 1981, pero continuó haciendo bocetos. En 1985 publica un libro donde describe más de 8000 grupos de manchas solares y publica 10,000 bocetos. Ella murió en 1997.

Contribución científica

Para comprender la actividad solar, es importante restaurar toda la historia de las manchas solares. Los primeros discos aparecieron en 1610. La Colección Koyama proporciona una gran capa de información que llena muchos vacíos. Esta es una revisión continua y precisa de 40 años. Ahora los científicos solo se preguntan cómo fue hecho por una persona que no cambió el instrumento y el método de observación durante tanto tiempo.

Sus dibujos fueron digitalizados por el personal del museo donde trabajaba, y ahora están disponibles para investigadores de todo el mundo.

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