XMM-Newton espía los flashes de rayos X de una estrella masiva

XMM-Newton espía los flashes de rayos X de una estrella masiva

En 2014, XMM-Newton grabó rayos X de la estrella masiva Ro Ophogenus A. En 2017, descubrieron que están dotados de una naturaleza periódica y aparecen como llamaradas. Los científicos utilizaron el Very Large Telescope y notaron que la estrella está dotada de un potente campo magnético, por lo que se vuelve a entrenar en una baliza espacial.

Las estrellas que se asemejan al sol, forman un fuerte destello de rayos x. Pero las estrellas masivas difieren en carácter. Si la masa es superior a 8 solares, entonces los rayos X pueden considerarse estables.

La estrella Rho Ophiuchus A se encuentra en el centro de la Nube Molecular Rho Ophiuchus, en la que nacen activamente nuevos objetos. Para sorpresa de los científicos, los datos muestran una gran cantidad de rayos X, lo que llevó al equipo a realizar una investigación exhaustiva.

Para la revisión de 40 horas se utilizó XMM-Newton. Al final, logró arreglar lo que nadie esperaba. En lugar de detectar una radiación suave y constante, observaron radiografías periódicas de Po Ophiuchus A durante 1,2 días, ¡que parecían una baliza de rayos X! Y este es un fenómeno completamente nuevo para estrellas más grandes que el Sol.

La estrella es mucho más caliente y más masiva que el sol. Si bien no hay datos exactos sobre cómo se generan los rayos X en estos pesos pesados. Pero una de las posibilidades es un poderoso magnetismo interno, que puede observarse a raíz del magnetismo externo. Los investigadores adivinaron que un gran punto magnético activo podría estar ubicado en la superficie estelar. Cuando el objeto gira, el punto se perderá de vista, causando las "pulsaciones" observadas. Pero esta idea tenía muy pocas posibilidades de credibilidad.

La segunda posibilidad podría ser un satélite con una masa más baja, que agregaría sus rayos X a la luz de Po Ophiuchus A. Pero deben diferir en fuerza, porque una estrella más pequeña debe cruzar una mayor cada 1,2 días en su órbita.

Para entender estas probabilidades, los investigadores usaron el Telescopio Muy Grande. Resultó que lo más probable es que los rayos X estén asociados con la idea de estructuras magnéticas en una superficie estelar. Las mediciones se realizaron en luz visible usando espectropolarimetría, incluido el estudio de varias longitudes de onda de luz de estrella polarizada. La información sugiere que el campo magnético de Opo Oceptora A es 500 veces mayor que la intensidad del sol.

Ahora sabemos que Po Ophiuchus A es la única estrella de su tipo, en cuya superficie hay evidencia de la presencia de un campo magnético activo que libera rayos X. La búsqueda de tales estrellas permitirá comprender qué tan extendido está este fenómeno en el Universo.

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