La actividad geomagnética creada por nuestro Sol agitó el cielo sobre Islandia, lo que hace posible observar increíbles luces brillantes en la noche.
La estrella del sistema solar parece impredecible y muy temperamental, ya que libera rayos intensos y una enorme cantidad de material energético en todas las direcciones. Esto conduce a la formación del clima espacial.
El viento solar es una corriente constante de electrones, protones y átomos descargados expulsados por el sol. Pero las eyecciones de masa coronal son destellos periódicos de una estrella con la liberación de nubes de plasma solar a gran escala. Tales eventos invaden el campo magnético protector de nuestro planeta y crean tormentas geomagnéticas. Emisiones solares: un fenómeno peligroso que puede interferir con el desarrollo de la infraestructura en la Tierra y en el espacio. Esta es una seria amenaza para los futuros investigadores lunares y marcianos. Se cree que la repetición de la potencia del evento de 1859 puede causar daños a miles de millones de euros, ya que el trabajo de los satélites, los sistemas eléctricos y las comunicaciones por radio se ve interrumpido.
No tenemos la capacidad de controlar la actividad solar, pero los métodos de seguimiento de alta calidad permitirán prevenir y proteger la infraestructura importante a tiempo. Ahora la ESA planea lanzar la misión Lagrange, que monitoreará el Sol y transmitirá información a la red europea de meteorología espacial.