Las bacterias en el desierto ayudarán a resolver el misterio de la vida marciana

Las bacterias en el desierto ayudarán a resolver el misterio de la vida marciana

El valle de Wright es uno de los valles secos de McMurdo en la Antártida, donde viven las cianobacterias extremofílicas, llamadas hipolitas.

Las técnicas de supervivencia utilizadas por las cianobacterias hipolíticas bajo las rocas de cuarzo en los desiertos terrestres pueden indicar cómo puede sobrevivir la vida marciana.

En los valles secos de McMurdo (Antártida) no hay movimiento. El sol brillante ilumina los canales rocosos, escondidos entre las montañas cubiertas de nieve. La huella dactilar puede durar décadas, porque aquí nunca llueve. Este es uno de los lugares más inhóspitos del planeta, pero es importante para los investigadores, ya que puede revelar los secretos de la vida en otros mundos.

La superficie marciana es un desierto frío, por lo que los investigadores están buscando estos componentes en la Tierra para estudiar ese entorno y las condiciones de supervivencia. McMerlot Valley es una de las mejores opciones. Bajo las rocas de cuarzo, puedes encontrar pequeños grupos de bacterias. Estas son las cianobacterias que pueden transformar la luz solar en energía. Se les llama hipolitos y se les conoce por poder adaptarse a las condiciones más inadecuadas. Los científicos han tomado muestras de estas bacterias en desiertos de todo el mundo. Encontraron que las condiciones del desierto son bastante variables, por lo que en algunos desiertos las bacterias prosperan y en otros no. Por ejemplo, en algunas raras caídas de precipitaciones extremas, mientras que en otras hay una niebla nocturna eterna.

Las cianobacterias hipolíticas viven en rocas de cuarzo que transmiten luz pero también protegen de la luz UV. Gracias a la fotosíntesis, estas diminutas bacterias verdes son la principal fuente de biomasa en el desierto, por lo que se convierten en la principal cadena alimentaria del ecosistema. Si entiendes cómo se las arreglan para sobrevivir en tales condiciones, puedes entender cómo sucede lo mismo en otros planetas.

Las bacterias en el desierto ayudarán a resolver el misterio de la vida marciana

Cianobacterias hipolíticas en roca de cuarzo en el desierto de Namib

En varios desiertos, los científicos han extraído 64 grupos políticos para comprender en qué medida diferirán según la ubicación del desierto. Esta es una especie común, pero hay grupos dominantes. Por ejemplo, en los desiertos fríos, como el tibetano y el antártico, predominan las cianobacterias filamentosas Phormidium.

Bajo un microscopio, Phormidium se parece a un espagueti corto y es capaz de explotar un hábitat que fluctúa entre períodos cortos favorables y largos períodos secos. Sobreviven perfectamente en los valles de McMurdo, donde los períodos secos y extremadamente fríos cambian a más cálidos y húmedos debido al derretimiento del hielo. En lugares calurosos, Chroococcidiopsis es más común. Este es un tipo fotosintético que se parece a bolas verdes en un grupo. Capaz de emitir agua de la niebla y absorber en la cáscara. Aunque la bacteria es adecuada para los desiertos calientes, sus mecanismos pueden aplicarse al Planeta Rojo. Marte puede ser extremadamente frío, pero carece de una atmósfera magnetizada para protegerse de la radiación solar. Así que la estrategia de Chroococcidiopsis para capturar la humedad podría salvar de la radiación.

Los científicos planean estudiar la secuencia del genoma completo de estas comunidades de cianobacterias para encontrar genes únicos que les permitan permanecer viables en condiciones adversas.

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