Determinación del campo magnético inicial en nuestra vecindad cósmica

Determinación del campo magnético inicial en nuestra vecindad cósmica

En las primeras fracciones de segundo de la formación de nuestro Universo, no solo se crearon partículas elementales, sino también campos magnéticos. Científicos del Instituto de Astrofísica. Max Planck decidió usar el ejemplo de un modelo 3D para mostrar cómo deberían verse estos campos ahora.

El Big Bang aún esconde secretos. Los investigadores utilizan varios métodos para obtener información sobre los primeros momentos de la existencia del espacio. Una de las opciones son los campos magnéticos cósmicos creados en el momento del nacimiento de todo y que aún existen.

Determinación del campo magnético inicial en nuestra vecindad cósmica

Campos cósmicos: corte a través del cúmulo galáctico Perseo-Piscis con distribución de materia (gris) y campo magnético de Harrison (flechas azules)

Hay un simple efecto físico de plasma llamado efecto Harrison. Era él quien debía formar los campos magnéticos en el Big Bang. Los movimientos de vórtice en el espacio temprano formaron corrientes eléctricas a partir de la fricción, por lo que apareció el campo magnético.

Conociendo la información sobre los vórtices de plasma en el Universo temprano, uno puede calcular en detalle el proceso de generación de campos magnéticos. La información necesaria está en las galaxias distribuidas a nuestro alrededor. Los científicos conocen las leyes de su formación y, por lo tanto, puedes seguir con bastante precisión la evolución de la distribución de la materia.

Determinación del campo magnético inicial en nuestra vecindad cósmica

Aquí se puede ver que la fuerza del campo magnético de Harrison se promedia sobre una esfera con un radio de 300 millones de años luz alrededor de la Tierra. Dos áreas con mareas particularmente fuertes son los grupos galácticos de Perseus Piscis (derecha) y Virgo (arriba)

Los investigadores decidieron usar estas conclusiones lógicas para calcular los restos actuales de los campos magnéticos primarios en nuestra región espacial. Para esto, estudiamos la distribución de galaxias en el territorio más cercano y la concentración de materia durante el Big Bang. También se tuvo en cuenta el efecto Harrison. Como resultado, resultó predecir la estructura y la morfología del campo magnético primario a una distancia de 300 millones de años luz.

Desafortunadamente, esta teoría no puede ser verificada por observaciones: el campo calculado es 27 órdenes de magnitud más pequeño que el campo magnético de nuestro planeta y por debajo del umbral de medición actual. Pero las predicciones muestran que los científicos comprenden las características y los efectos cósmicos con gran precisión. Quizás en el futuro sea posible medir esta característica. Después de todo, hace 100 años, Einstein pensó que las ondas gravitacionales eran demasiado débiles para ser detectadas.

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