GeoCarb estudiará el carbono en América del Norte y del Sur.

GeoCarb estudiará el carbono en América del Norte y del Sur.

Una visión artística del concepto de la misión GeoCarb de la NASA, que está a punto de mostrar concentraciones de gases de carbono clave en América desde la órbita geoestacionaria.

La nueva misión científica de la NASA en las primeras etapas de diseño es capaz de proporcionar un progreso transformador en nuestra comprensión del ciclo global del carbono mediante el mapeo de las concentraciones de los principales gases de carbono de la órbita geoestacionaria.

El Observatorio de carbono geoestacionario (GeoCarb) está programado para comenzar en la década de 2020. Se basa en la exitosa misión de la CCA-2. Está previsto que el dispositivo monitoree América entre los 55 grados de latitud norte y sur. A una altitud de 35.800 km, GeoCarb podrá recibir 10 millones de observaciones diarias de las concentraciones de dióxido de carbono, metano, monóxido de carbono y fluorescencia solar con una resolución espacial de 5-10 km.

La saturación y la prevalencia de los gases que contienen carbono en la atmósfera terrestre está determinada por el intercambio de carbono entre las zonas terrestres, los océanos y la atmósfera, así como su transporte por el viento. Estos intercambios son más fáciles de averiguar si realiza una reparación permanente.

Los satélites en órbitas polares síncronas solares garantizan una circunferencia global, pero existen brechas. Además, observan algunos paisajes a una hora específica del día. GeoCarb tomará medidas en órbita terrestre, llenando los vacíos en los datos. Esto es más bien una misión de mapeo regional, en lugar de una tarea de muestra global. GeoCarb te permitirá ver cómo las diferentes condiciones climáticas afectan el dióxido de carbono y las concentraciones de metano. La unidad también podrá responder preguntas en el campo de la ciencia del ciclo del carbono con un enfoque en Estados Unidos.

Además, GeoCarb será el primer satélite estadounidense en medir metano cerca de la superficie de la tierra. La banda espectral de oxígeno medirá el débil resplandor emitido por las moléculas de clorofila en las hojas de las plantas. Y este es un seguimiento directo del proceso de fotosíntesis.

GeoCarb se encuentra en los cimientos de la OCO-2, creada en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (Pasadena). La tecnología utiliza un espectrómetro de celosía, pero se ha agregado una cuarta banda espectral para medir el monóxido de carbono y el metano.

La herramienta GeoCarb captura la luz reflejada del planeta a través de una rendija estrecha. Cuando la ranura se proyecta sobre la superficie de la tierra, ve un área de 2,800 km de norte a sur y 6 km de este a oeste. El dispositivo supervisa el área durante 4 segundos y luego se desplaza media ranura (3 km) hacia el oeste, lo que garantiza un muestreo doble. Esto escaneará todo el continente en un máximo de 2-3 horas.

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