Si comparamos la Vía Láctea con otras galaxias, entonces la nuestra parece relativamente tranquila. De hecho, hay galaxias que son 1000 veces más ligeras que la Vía Láctea debido a la presencia de gas caliente en la zona molecular central. Este gas se calienta mediante estallidos masivos de nacimientos estelares que rodean un agujero negro supermasivo (CW).
En el núcleo de la Vía Láctea, también hay un ACE - Sagittarius A *, y todo el gas necesario para formar nuevas estrellas. Pero por alguna razón, el nivel de nacimiento de estrellas está por debajo del promedio. Para entender esto, los científicos realizaron un estudio extenso y exhaustivo de la Zona Molecular Central.
Al analizar, los científicos confiaron en el radioferómetro de matriz submilimétrica (SMA) ubicado en Hawai. Lograron encontrar una muestra de 13 núcleos poderosos en la cresta polvorienta de la zona molecular, que podrían ser estrellas jóvenes en la etapa inicial de desarrollo. La masa del núcleo alcanzó 50-2150 solares, y radios - 0.1-0.25 parsecs.
También identificaron dos objetos que antes eran desconocidos para las protoestrellas de alta masa. Todo indicaba que las estrellas en la zona tenían la misma tasa de formación que las estrellas en el disco galáctico. Pero hubo importantes caídas de presión. Para determinar que la presión externa en la zona molecular es mayor, los investigadores siguieron las líneas espectrales de las moléculas de formaldehído y cianuro de metilo. Esto le permite medir la temperatura del gas y su cinética. Todo indicaba que el medio gaseoso era demasiado turbulento, lo que provocó la idea de la responsabilidad del medio turbulento para la supresión del nacimiento estelar.
Imagen de radio de un conjunto muy grande que muestra el centro galáctico
El hecho de que más del 80% de estos capullos estelares no muestren signos de actividad en un ambiente de alta presión lleva a la conclusión de que el umbral de densidad crítica para la formación de estrellas en la zona molecular debe incrementarse debido a la turbulencia.
Por lo tanto, la velocidad del nacimiento de estrellas en la zona depende no solo de la cantidad de gas y polvo, sino también de la naturaleza del entorno del gas. Los datos ayudarán en futuros estudios de la Vía Láctea y otras galaxias.