El telescopio espacial vio la "huella digital" de nuestra galaxia

El telescopio espacial vio la

Si vives o alguna vez has visitado lugares con un cielo despejado, entonces debes haber visto bandas de niebla de la Vía Láctea que se extienden por el cielo nocturno. El Telescopio Espacial Europeo profundizó en la Vía Láctea y descubrió una "huella digital" única de nuestra galaxia, creada por un poderoso campo magnético.

El débil resplandor de la Vía Láctea proviene de la luz de mil millones de estrellas distantes ubicadas dentro de nuestra galaxia. Pero solo vemos la luz que nuestros ojos pueden ver. Sin embargo, la Vía Láctea brilla en muchos espectros electromagnéticos, como el resto del Universo. Y en este espectro está oculta la luz que nos llegó desde el nacimiento de las primeras estrellas.

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El sol se pone detrás de BICEP2 (en el primer plano) y el telescopio del Polo Sur (en el fondo).

Para determinar qué luz proviene del Big Bang, y qué proviene de fuentes de luz más cercanas y más jóvenes, como las estrellas y el polvo en nuestra propia galaxia, los científicos deben entender cómo filtrar una luz de otra. Utilizando la nave espacial Planck de la Agencia Espacial Europea para observar la Vía Láctea en un amplio espectro del espectro electromagnético, los astrónomos han detectado no solo la radiación de fondo, sino también su "huella digital" electromagnética creada por la polarización de la luz de las diminutas partículas de polvo interestelar.

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El telescopio BICEP2 (izquierda) y el telescopio del Polo Sur (derecha) están ubicados en el Laboratorio del Sector Oscuro (DSL), ubicado cerca del Polo Sur geográfico.

Los granos de polvo son parte del medio interestelar que impregna toda la galaxia, muy, muy frío, pero aún emiten luz en el espectro infrarrojo y de microondas. Cuando estos pequeños granos giran, tienden a emitir la mayor parte de la radiación a lo largo de su eje largo, creando una dirección preferencial hacia la luz, un efecto conocido como polarización. Si usa gafas de sol polarizadas, puede apreciar fácilmente este efecto, ya que la película que se encuentra dentro de la lente refleja la luz alineada horizontalmente y elimina el brillo que lo distrae.

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Las ondas gravitacionales de la inflación generan una señal débil pero característica en la polarización del CMB (modo de torsión o B). Para las fluctuaciones de densidad, que generan la mayor parte de la polarización de la radiación de fondo, esta parte de la estructura primaria es exactamente cero. Esto muestra el patrón real de modo B observado en el telescopio BICEP2, donde los segmentos de línea muestran la polarización desde diferentes puntos en el cielo. El sombreado de los colores rojo y azul muestra el grado de giro hacia la derecha y hacia la izquierda. En la nueva visualización anterior, realizada por la nave espacial de Planck, la luz polarizada emitida por las partículas de polvo dibuja patrones lineales retorcidos que son muy similares a las huellas dactilares humanas. Las líneas onduladas se forman debido a la compleja estructura de los campos electromagnéticos de la Vía Láctea. Las áreas más oscuras corresponden a los valores atípicos polarizados más fuertes. En el lugar donde pasa la línea oscura, hay una parte más densa del plano de la Vía Láctea, y las estructuras paralelas, que coinciden en tres dimensiones, bloquean completamente la luz.

Estos datos de Planck se utilizarán para ayudar a determinar mejor la credibilidad de los últimos hallazgos anunciados durante el experimento BICEP2, que a fines de marzo anunció el descubrimiento de la primera evidencia de polarización en la luz restante del Big Bang. Lanzado el 14 de mayo de 2009 desde el cosmódromo de la ESA en la Guayana Francesa, Planck observa nueve espectros de onda en el Universo.

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