Dos variables azules brillantes muestran nuevas erupciones.

Dos variables azules brillantes muestran nuevas erupciones.

Los investigadores han reportado nuevos eventos de erupción en dos variables azules: R 40 y R 110, que residen en el territorio de las Nubes de Magallanes. Este hallazgo puede arrojar luz sobre las etapas finales del proceso de evolución estelar.

Las variables azul brillante (LBV), que también se denominan variables S Golden Fish, son estrellas evolutivas masivas raras e inestables. Se caracterizan por una fuerte variabilidad fotométrica y espectral asociada con erupciones temporales. Hasta ahora, dentro de las galaxias de la Vía Láctea y del Grupo Local, existen aproximadamente 40 LBV en existencia.

Pero todavía hay poca información sobre la causa de las erupciones en la LBV. Hay sugerencias de que la causa es una rotación rápida, radiación y presión turbulenta, mecanismos dinámicos internos, dualidad o una combinación de estas causas. El culpable exacto se puede encontrar solo al estudiar los eventos de la erupción.

Dos variables azules brillantes muestran nuevas erupciones.

El cambio espectral de R 40 es notable en los espectros tomados desde 2002 (arriba) a 2016 (abajo). Se pueden considerar cambios desde el espectro B tardío / temprano hasta el espectro F tardío, lo que indica una nueva erupción. El espectro HD 54605 (F8Ia) también se incluye para comparación. Por lo tanto, los investigadores se mostraron complacidos con las nuevas erupciones en R 40 y R 110. La primera está ubicada en la Pequeña Nube de Magallanes, 16 veces la masa solar y 280 veces más grande. La R 110 está por delante del sol en un radio 300 veces, 10 veces más masiva y vive en la Gran Nube de Magallanes.

Los científicos utilizaron el espectrógrafo óptico FEROS en el telescopio de 2,2 metros en el Observatorio La Silla (Chile). El análisis muestra que ambos LBVs experimentan erupciones constantes. En R 40, alcanzó un valor de 9.2 en 2016, que es 1.4 millones de veces más brillante que el mínimo registrado en 1985. Debido a esto, la temperatura de la variable se redujo a 6100 K, y se convirtió en la más fría entre las LBV conocidas.

El valor máximo de R 110 llegó a 9,9 en 2011. La nueva erupción fue más débil que el evento de 1994. La temperatura bajó a 8,500 K. Los astrónomos notan que se necesitarán más observaciones para determinar la frecuencia de las erupciones.

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