La deposición de hielo que se formó en los cráteres en lados opuestos de la luna hace tres mil millones de años indica que ya ha cambiado su eje de rotación.
La actividad volcánica del satélite de la Tierra, manifestada hace miles de millones de años, pudo haber movido los polos a su posición actual. Esto fue declarado por un equipo de científicos del Instituto Científico Planetario en Tucson, Arizona.
Dijeron que sus cálculos, publicados en la revista Nature, abren el camino para comprender cómo el agua llegó a la parte interior del sistema solar. Según uno de los principales especialistas de la institución, Matthew Ziegler, el eje de la luna ha cambiado en 6 grados a su posición actual desde la época de alta actividad volcánica.
"Dicha actividad causa enormes cambios en la masa de la luna, como en la formación de un cráter gigante de un volcán o todo un sistema volcánico", dijo Ziegler.
El equipo encontró la fuente del cambio en la rotación al centro de la región de Procelllarum. Esta es la parte oscura de la superficie lunar, que también es el centro de casi todo el volcanismo en ella. "Mirando cómo se mueven los polos, podemos ver cómo ha evolucionado Procellarum y la apariencia de la luna ha cambiado a lo largo de su existencia", dijo Ziegler.
Dado que esta región era la más activa geológicamente en la historia temprana de la Luna, Ziegler dijo que este cambio en el eje de rotación ocurrió hace varios miles de millones de años.
El equipo científico utilizó simulaciones para determinar qué cambios de densidad debían ocurrir en las profundidades de la luna para provocar un cambio en la orientación del satélite en 6 grados.
Cuando se analizaron los indicadores de hidrógeno de la luna recolectados hace casi diez años, el equipo de Ziegler notó que en cada polo había depósitos de hidrógeno, que estaban ligeramente alejados de su posición actual.
Estos depósitos de hidrógeno están directamente opuestos entre sí, de modo que la línea condicional dibujada de uno a otro pasará por el centro de la luna, pero ambos lados irán en diferentes direcciones con respecto a los polos actuales.
Dado que el hidrógeno estaba más concentrado en las regiones extremadamente frías de la luna, era posible suponer que era agua. "En los cráteres sombreados cerca de los polos lunares hace mucho frío. En la mayoría de las áreas, la temperatura nunca sube por encima de los 170 grados centígrados", dijo Ziegler.
"A tales temperaturas, el hielo se manifiesta como cualquier otro material: no se derrite y no se evapora, por lo que puede permanecer allí para siempre. Ha estado en el satélite de la Tierra desde que acaba de comenzar el cambio de sus polos, lo que probablemente ocurrió. Hace unos tres mil millones de años. Esto significa que la Luna puede darnos información sobre cómo el agua llegó a la parte interior del sistema solar, que, como se cree comúnmente, no tenía un componente de agua ".
Las futuras misiones de muestreo de hielo ayudarán a determinar de dónde vino el agua en la luna: de cometas y asteroides, o de los volcanes en el satélite mismo.
La NASA ya tiene planes para un rover lunar en la década de 2020, que se supone debe perforar el suelo a una profundidad de un metro y obtener muestras de hielo, pero su transporte sigue siendo un problema técnico.
"Hay esperanza de que los nuevos resultados afecten los planes de la NASA", dijo Ziegler.
